Las cubiertas se pueden impermeabilizar con EPDM, un caucho de polietileno propileno dieno monómero, un elastómero con muy buenas propiedades frente al paso del agua y a los agentes atmosféricos, con muy alta elasticidad y resistencia, lo que lo convierte en un material muy indicado para la impermeabilización de todo tipo de superficies.
La resistencia a los agentes atmosféricos de este tipo de caucho aporta mayor durabilidad que otros materiales utilizados para la misma función. Además, este material tiene una gran resistencia mecánica, pues su gran elasticidad le aporta capacidad de resistir roturas provocadas por otros materiales.
Una de sus mayores ventajas es que se pueden suministrar mantas de hasta 900m2 de cubierta. El poder cubrir una superficie tan grande de un solo corte supone que se minimiza el número de juntas que se tienen que ejecutar, reduciendo la probabilidad de que alguna pueda fallar. También es una ventaja a la hora de acopiar el material, ya que se evita tener que manejar la gran cantidad de rollos que otros sistemas necesitan, como las láminas bituminosas. Otro punto a favor es que la colocación no es adherida, por lo que la lámina queda completamente independiente del soporte, lo que realmente permite movimientos sin que afecten al estado de la lámina. Finalmente, cabe mencionar su rapidez de colocación sin necesidad de utilizar sopletes o gases inflamables que puedan suponer riesgo en la obra.
