TIPOS DE FORJADO EN EDIFICACION RESIDENCIAL

En el mundo de la construcción hay muchos tipos de forjados, y, al referirnos a los más habituales, mencionamos a los que nos podemos encontrar con mayor frecuencia en construcción residencial. Principalmente se debe hacer una clasificación general entre dos grandes grupos de forjados, los unidireccionales y los bidireccionales:
- Los forjados unidireccionales son los que necesitan apoyos en dos de sus extremos, por ejemplo las vigas, para transmitir la carga hasta los pilares, y de ahí a la cimentación.
- Los forjados bidireccionales no necesitan apoyos en los extremos para las cargas, sino que las cargas se transmiten en ambas direcciones, creando una retícula hasta llegar a los pilares.
Dentro de esta clasificación, nos encontramos con diferentes subcategorías. La primera a comentar es el forjado unidireccional de viguetas y bovedillas, que es el método más utilizado en edificación residencial en España. En este tipo de forjado, las viguetas (unos elementos de hormigón prefabricados y con armadura pretensada) se encargan de la transmisión de cargas del forjado hacia las vigas. Para que la transmisión sea efectiva hacia las vigas, es necesario que exista una conexión entre las partes, por ejemplo, introduciendo las viguetas en las vigas.
La resistencia de este tipo de forjado se basa claramente en las viguetas, por lo que el espacio que queda entre ellas no tiene apenas relevancia en cuanto a la capacidad de soportar cargas, así que no es necesario que haya masa de hormigón completa entre dos viguetas. Para eliminar el propio peso de las viguetas, se colocan unos elementos aligerantes apoyados entre dos viguetas: las bovedillas. Estas suelen ser de hormigón, aunque también se pueden utilizar de otros materiales para aligerar aún más el peso.
Otro tipo de forjado unidireccional es el de viguetas in situ. Este se utiliza mucho en forjados con geometrías complejas, pues se puede ajustar al centímetro, aunque es más complicado de ejecutar. Además, al ser viguetas no prefabricadas, el armado de refuerzo no es pretensado, por lo que no tiene tanta resistencia.
También hay el forjado unidireccional de chapa colaborante, que es muy útil en estructuras metálicas, ya que la colocación de viguetas y bovedillas puede resultar algo complicada. La chapa tiene unos pliegues que le dan forma de acanaladuras, que una vez rellenas con el hormigón le aportan inercia. Este sistema tiene la ventaja de la rapidez de colocación de las chapas y que es un forjado más ligero que el tradicional. Sus desventajas incluyen que es necesario colocar elementos de conexión entre las chapas, se precisa la utilización de herramientas de clavado de la chapa contra la estructura metálica y se complica la colocación de huecos para paso de forjados al no ser una superficie plana.
Finalmente cabe mencionar el forjado de cuerpos huecos estructurales, que funciona en retícula, por lo que no necesita elementos de apoyo en dos de los extremos opuestos en el sentido de las cargas. Esto da ventaja en cuanto a las luces que se consiguen entre apoyos, ya que la zona neutra del espesor de la losa está ocupada por unas «bolas» huecas de plástico reciclado que no pesan apenas nada y evitan que su volumen sea ocupado por el hormigón. La ejecución de este tipo de forjado es bastante rápida, pero la principal ventaja es la reducción de peso propio de la estructura sin que se produzca un encarecimiento del sistema utilizado. Además, no solo se ahorra el sobrecoste de la ejecución y de la optimización de cantidad de hormigón necesario por cálculo (menos peso, menos volumen de cimentación) sino que también se ahorra cantidad de hormigón gracias al volumen que ocupan los cuerpos huecos. Eso sí, es de un cálculo más especializado ya que las bolas huecas suelen flotar al verter el hormigón.

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