Pintura mate, satinada o brillo

PINTURA MATE
Es la más utilizada, suaviza las superficies y reparte la luz por la estancia sin reflejarla. Es más fácil de aplicar ya que cubre más y ayuda a disimular las imperfecciones de las paredes o techos, por eso es recomendable en paredes más antiguas que siempre suelen estar más golpeadas y en las que no queremos alisar completamente. También es mejor en paredes que reciben mucha luz natural directamente.

PINTURA SATINADA
Tiene una apariencia levemente brillante y sedosa, es más fácil de limpiar que la pintura mate y protege mejor la pared. A simple vista no hay mucha diferencia con la pintura mate, pero cuando les da la luz directamente se aprecia de manera muy visible el brillo. En su contra podríamos decir que es más difícil de aplicar, se notan más las imperfecciones por lo que habrá que preparar la superficie a conciencia y las huellas de la brocha pueden notarse. Es recomendable usarla en baños y cocinas o en zonas con poca iluminación natural o que sufran más manchas, como habitaciones infantiles. También se puede utilizar como elemento decorativo, pintando tan solo una pared o una franja de un color vivo. Una vez tienes pintada una pared con pintura satinada no puedes poner encima una pintura mate, sino que tienes que volver a aplicar una satinada, por lo que hay que pensarlo bien antes de hacerlo, en caso de querer volver al mate hay que dar una imprimación especial previamente.

PINTURA BRILLO
La pintura brillante se utiliza más para hacer efectos decorativos, por ejemplo pintando relieves sobre una pintura mate.

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