Consejos para elegir la ventana adecuada

A la hora de elegir las ventanas para nuestra casa hay que elegir entre varios tipos de aperturas, el material de los marcos y el tipo de cristal. En este artículo vamos a ver algunos consejos para saber qué opciones son más convenientes para nosotros. Se analizarán las distintas opciones, principalmente desde el punto de vista económico y de eficiencia energética, aunque también hablaremos de algunos otros detalles que pueden hacernos escoger una u otra opción.

TIPO DE APERTURA DEL CERRAMIENTO
Los tipos de apertura más habituales son las ventanas correderas y las abatibles. Además de estos dos tipos, cada vez son más frecuentes las ventanas de tipo oscilo-batiente, que permiten abrir igual que una abatible y a la vez permite abrirla parcialmente por la parte de arriba. Desde el punto de vista económico, la opción más barata es la ventana corredera, aunque ese ahorro se produce solo en la inversión inicial, ya que es el peor sistema a la hora de aislar, por lo que el ahorro inicial a la larga puede salir caro. En general el cierre de una ventana abatible es más hermético y por lo tanto no se producen corrientes de aire que produzcan pérdidas energéticas. Hay otras consideraciones en cuanto al sistema de cierre que nos puede hacer decantar por un sistema u otro, por ejemplo el tamaño de la ventana o el espacio que hay justo delante de la ventana, la facilidad o dificultad de apertura, etc.

MATERIAL PARA EL MARCO DE LA VENTANA
En cuanto al marco de la ventana, lo habitual es encontrar ventanas de madera, aluminio o PVC. Las ventanas de madera están cada vez más en desuso, quizá por su precio más elevado y por su mantenimiento constante, aunque aún son una opción a tener en cuenta para algunos por cuestiones estéticas. La madera es un material muy aislante, por lo que en cuestión de aislamiento térmico funcionan muy bien.

Las ventanas de PVC son las más usadas en nueva construcción en Europa. Su ventaja principal es que el PVC es un material muy aislante, por lo que térmicamente es una opción a tener muy en cuenta, aunque su principal desventaja es el precio, que suele ser un poco más elevado que las de aluminio. El grosor de sus perfiles, de mayor tamaño que las de aluminio, puede ser también una desventaja, aunque esto es cuestión de gustos. Otra desventaja a tener en cuenta es la seguridad en caso de incendio. Por un lado pueden producirse gases muy perjudiciales en caso de respirarse, y por otro lado pueden llegar a fundirse, impidiendo usar la ventana para salir de la habitación.

Las ventanas de aluminio tienen el principal inconveniente en que es un material muy poco aislante, por lo que térmicamente son la peor opción, incluso puede provocar condensaciones alrededor del marco. Su principal ventaja es el precio, sin duda la más económica de las tres opciones. Para mitigar el problema del aislamiento existen perfiles con rotura de puente térmico, que no es más que la introducción dentro del perfil de un aislante térmico. Los hay de distintas calidades, evidentemente también aumentan en precio. Estéticamente existen muchos más acabados estéticos en aluminio que en PVC.

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