Reparación de Jácena en seis pasos

Las jácenas son parte importante de la estructura de un edificio. Para los que no son muy entendidos en construcción, son la parte de la estructura que va entre pilar y pilar por la parte de arriba, sobre lo que se apoyan las vigas, formando así el forjado de la planta.
Las jácenas de hormigón, están formadas de una armadura de varilla de hierro, áridos y cemento. Como ya hemos hablado en otras ocasiones, el hormigón cuando recibe humedad sufre la "carbonatación" de la armadura, es decir, el hierro se oxida poco a poco, y al oxidarse aumenta de tamaño, provocando daños en la jácena que deben ser reparados de inmediato.

PASO 1
No tenemos que olvidar que estamos hablando de problemas estructurales, por lo que antes de nada tendremos que apuntalar la zona de trabajo de manera correcta. Una jácena en mal estado pierde capacidad de soportar el peso para el que fue proyectada, y por lo tanto puede producirse el derrumbe del forjado superior.

PASO 2
Una vez apuntalado correctamente el forjado deberemos repicar todo el hormigón que esté en mal estado, generalmente no es necesario hacer mucho esfuerzo para que caiga. Una vez encontramos hormigón sano no es necesario seguir picando.

PASO 3
Después de picar el hormigón en mal estado quedarán a la vista las varillas de hierro. En este paso será necesario que un técnico valore si las varillas están en buen estado o si por el contrario han perdido mucha sección, lo que requerirá añadir un refuerzo estructural. Hablaremos de qué tipo de refuerzo puede ser en el paso 6.

PASO 4
En este paso, lo que queremos conseguir es que el óxido que ha debilitado la estructura no siga avanzando. Para ello limpiaremos las varillas lo mejor posible, lo habitual es hacerlo con un cepillo de alambre, quitando todas las impurezas que ha producido el óxido. Después aplicaremos un pasivador de óxido en toda la varilla.

PASO 5
Es hora de recubrir las varillas nuevamente con hormigón. Para unir un hormigón viejo con uno nuevo podemos aplicar un puente de unión, que no es más que una especie de pegamento que permitirá la unión perfecta entre dos hormigones que no han curado a la vez. En lugar de usar hormigón, lo habitual es utilizar morteros de reparación, preparados específicamente para esta función.

PASO 6
Una vez llegados a este paso, dependiendo de la evaluación de las varillas que hayamos hecho en el paso 3, daremos el trabajo por terminado o deberemos reforzar la estructura, para lo que podemos optar por distintos métodos, por ejemplo colocar un perfil de hierro por debajo de la jácena.

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